La espinaca es una verdura de hoja que pertenece a la familia de las Quenopodiáceas. Esta familia comprende unas 1.400 especies de plantas propias de zonas costeras o de terrenos salinos templados. El nombre de espinaca deriva del término spina o espina, debido a que los frutos de esta planta hortícola, cuando están en sazón, es decir, en su punto de maduración, se presentan armados de espinas.
ORIGEN Y VARIEDADES
No se conoce la forma original o silvestre de la espinaca. Sin embargo, muchos autores afirman que procede del sudoeste asiático. Fueron los árabes quienes en el siglo XI introdujeron la espinaca por primera vez en España.
Su cultivo se extendió por Europa en los siglos XV y XVI, donde países como Holanda, Inglaterra o Francia fueron los principales consumidores. Más tarde llegó a América, aunque no fue hasta la década de 1920 cuando la espinaca logró ser popular, momento en el que se descubrieron sus magníficas propiedades nutricionales.
En la actualidad su cultivo está extendido por todo el mundo. Estados Unidos, Italia, Francia y Alemania son sus principales productores.
Las dos variedades de espinacas que se cultivan son:
Variedad de hoja rizada: se suele comercializar fresca. Resiste muy bien el transporte y está adaptada para crecer en invierno.
Variedad de hoja lisa: se comercializa congelada o enlatada y su consumo está más extendido que en el caso de la variedad rizada.
Las espinacas también se pueden clasificar según la época del año en la que se siembran.
Variedades de verano: se siembran en primavera y verano. Son las más empleadas. Dentro de este grupo se encuentran la espinaca "Rey de Dinamarca" y la "Cleanleaf".
Variedades de invierno: son de hoja triangular, más gruesas y resistentes que las de verano. Las espinacas más consumidas dentro de este grupo son las espinacas "Broad-Leaved Princkly", "Greenmarket" y "Monnopa".
Así mismo, se comercializan otras variedades de espinaca que se dividen en función del color y la textura de sus hojas. Estas son: espinaca "Lagos", de color verde oscuro muy brillante; "Martine", de hojas redondas y color verde muy oscuro; "Taunus", con hojas de color verde brillante y gruesas, además de la variedad "Viroflay", que presenta hojas lisas de color verde.
SU MEJOR ÉPOCA
Las espinacas frescas están presentes en el mercado entre los meses de otoño y primavera. También se las puede adquirir durante el verano, aunque en esta época presentan una calidad inferior. Son verduras muy aptas para la congelación. Por ello se pueden comprar conservadas de este modo durante todo el año. Además, cuentan con la ventaja de que conservan muy bien sus propiedades originales y de que se facilita su cocinado.
CÓMO ELEGIRLAS Y CONSERVARLAS
Cuando se pretende comprar espinacas es recomendable seleccionar aquellas que presenten un color verde, brillante y uniforme. Las hojas han de tener un aspecto fresco y tierno. Se aconseja rechazar aquellos ejemplares que tengan manchas rojizas o amarillentas porque es probable que hayan aparecido como consecuencia de una contaminación por hongos. También es recomendable no elegir espinacas cuyas hojas estén ásperas, tengan el tallo fibroso o cuyo color haya perdido intensidad.
Una vez en casa, las espinacas han de introducirse en una bolsa de plástico perforada o envuelta en un plástico para proteger alimentos. De este modo se pueden conservar de manera adecuada en el frigorífico durante al menos dos semanas. Además, la espinaca es una verdura que tolera muy bien la congelación, por lo que, tras un escaldado previo, se pueden mantener en el congelador durante más de un año.
PROPIEDADES NUTRITIVAS
Las espinacas están compuestas en su mayoría por agua. Su contenido de hidratos de carbono y grasas es muy bajo. Aunque tampoco tiene una cantidad muy alta de proteínas, es uno de los vegetales más ricos en este nutriente. Su contenido en fibra, al igual que ocurre con la gran mayoría de las verduras, es considerable, lo que resulta beneficioso para la salud.
Las espinacas destacan sobre todo por una riqueza en vitaminas y minerales que sobrepasa a la de la mayoría.
En relación con su riqueza vitamínica, las espinacas presentan cantidades elevadas de provitamina A y de vitaminas C y E, todas ellas de acción antioxidante. Asimismo es muy buena fuente de vitaminas del grupo B como folatos, B2, B6 y, en menor proporción, también se encuentran B3 y B1.
La provitamina A se transforma en vitamina A conforme el cuerpo la necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
La vitamina C interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente las infecciones.
La vitamina E interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad.
Los folatos colaboran en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
La vitamina B2 o Riboflavina se relaciona con la producción de anticuerpos y de glóbulos rojos, interviene en procesos de obtención de energía y en el mantenimiento del tejido epitelial de las mucosas.
En cuanto a su contenido en minerales, las espinacas son ricas en calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio, además de presentar también buenas cantidades de fósforo y yodo. Lo que ocurre es que el calcio es de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son fuente importante de este mineral. Algo similar ocurre con el hierro, cuya absorción es mucho mayor cuando procede de alimentos de origen animal.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos. Además, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
El potasio, al igual que el sodio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Regula también el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El fósforo tiene una importante función estructural. Forma parte de huesos y dientes y colabora en los procesos de obtención de energía.
El yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroidea, que regula el metabolismo.
De su contenido de sustancias antioxidantes, además de la provitamina A y de las vitaminas C y E, las espinacas son ricas en glutation, ácido ferúlico, ácido cafeico, ácido beta-cumárico y carotenoides como la luteína y la zeaxantina. Éstos últimos son compuestos muy importantes para la salud de los ojos.
EN RELACIÓN CON LA SALUD
Exceso de peso
Por su escaso valor energético, las espinacas constituyen un alimento de elección para quienes siguen dietas de adelgazamiento. Su contenido en fibra hace que tras consumirla se produzca una sensación de saciedad que puede ayudar a llevar a cabo una dieta de este tipo.
Buena para la vista
El mecanismo que explica la relación de la vitamina A con la vista se relaciona con una forma activa de dicha vitamina, el 11-cis-retinal. Ésta combina con una sustancia orgánica (opsina) con la que forma un compuesto activo llamado rodopsina que se encuentra en la retina del ojo humano. Los rayos de luz de baja intensidad descomponen la rodopsina de los bastoncillos (receptores sensibles a luz que hay en la retina) y por una serie de reacciones químicas se produce la excitación del nervio óptico y se originan en el cerebro estímulos visuales. Cuando no hay suficiente vitamina A, se produce ceguera nocturna porque los bastoncillos son sensibles a la luz de baja intensidad. La luteína y zeaxantina de las espinacas ayudan a prevenir la pérdida de visión ocasionada como consecuencia de la degeneración de la mácula del ojo y, por lo tanto, actúan como protectores frente al desarrollo de cataratas. El consumo de espinacas puede resultar muy útil para quienes padecen problemas oculares, como fotofobia, sequedad ocular o ceguera nocturna.
Mujeres embarazadas y niños
Su excelente contenido en folatos, hace que el consumo de espinacas sea aconsejable para la mujer embarazada. La deficiencia de esta vitamina en las primeras semanas de embarazo provoca en el futuro bebé defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia. Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños, por lo que incluir verduras en su dieta habitual es una forma válida de prevenir deficiencias.
Prevención de enfermedades
Las espinacas son una fuente muy importante de sustancias de acción antioxidante. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres. La respiración en presencia de oxígeno es esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero como consecuencia de la misma se producen unas moléculas, los radicales libres, que ocasionan efectos negativos para la salud por su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas. Existen situaciones que aumentan la producción de radicales libres, como el ejercicio físico intenso, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las infecciones, el estrés, dietas ricas en grasas y la sobre exposición al sol.
Se sabe que es la modificación del llamado "mal colesterol" (LDL-c) la que desempeña un papel fundamental en el inicio y desarrollo de la aterosclerosis. Los antioxidantes bloquean los radicales libres que modifican del mal colesterol. Bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo cardiovascular, de cáncer y enfermedades degenerativas.
Cálculos renales y retención de líquidos
La espinaca es rica en un tipo de ácido orgánico conocido con el nombre de ácido oxálico. Este compuesto también abunda en las remolachas y las acelgas. Tiene la capacidad de formar en el intestino complejos insolubles con minerales como el calcio y el hierro que impiden su asimilación. Hay personas que tienen predisposición a formar cálculos en el riñón de "oxalato de calcio", motivo por el que se ha de restringir el consumo de espinacas de su dieta.
Por otro lado, su alto contenido en potasio y la baja presencia en sodio potencian una acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo. Son beneficiosas en caso de hipertensión, hiperuricemia y gota, cálculos renales (salvo de oxalato de calcio) y en caso de retención de líquidos. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico, urea, etc.
Favorece el tránsito intestinal
La espinaca presenta propiedades laxantes. El consumo de alimentos ricos en fibra contribuye a prevenir o mejorar el estreñimiento. Se sabe que la fibra colabora en la reducción de la colesterolemia y la velocidad de paso de los azúcares hacia la sangre, por lo que beneficia en caso de riesgo cardiovascular y diabetes.
Anemias
La falta de hierro o de ácido fólico se relaciona con distintos tipos de anemia. En la espinaca abundan dichos nutrientes. Son además ricas en otros minerales y oligoelementos que favorecen la hematopoyesis, es decir, la formación de glóbulos rojos. Por ello, su consumo está indicado en el tratamiento de las anemias.
Cefaleas
Se han detectado aminas en diversas hortalizas. En la espinaca está presente la histamina, y en el tomate y la berenjena, la tiramina. Estos compuestos pueden provocar alergias y cefaleas en personas susceptibles. Dado que no hay estudios concluyentes al respecto, no se puede generalizar y, antes de prohibir el consumo de dichas verduras, será necesario realizar un exhaustivo examen clínico y dietético para no restringir la dieta de modo innecesario.
SUGERENCIAS PARA LOS PEQUEÑOS
La crema de espinacas es un buen modo de ofrecer esta verdura a los niños porque su textura y su sabor resultan de este modo bastante suaves. Pero existen muchas otras formas de preparar platos con espinacas para los más pequeños que pueden resultar más originales y atractivos. Pueden elaborarse croquetas o crepes de espinacas y gambas. Con ello se consiguen platos de sabor exquisito, además de ser un modo de presentar las verduras menos frecuente y que, por tanto, llamará la atención de los chavales. Además, las espinacas pueden ser utilizadas como ingrediente de la salsa de relleno de otras hortalizas como, por ejemplo, pimientos, berenjenas o calabacines, o formar parte de pizzas y platos de pasta como la lasaña o los canelones vegetales.
CURIOSIDADES Y CÓMO PREPARARLAS
Curiosidades
En la crisis económica americana de los años 30 del pasado siglo nació "Popeye", un personaje de dibujos animados que simbolizaba la fuerza y el optimismo. Su fortaleza y energía se debían a su dieta basada en el consumo de espinacas, no obstante, estas verduras son tan nutritivas como cualquier otra.
Cómo prepararlas
Las espinacas son verduras que pueden consumirse tanto crudas como cocinadas. Si son frescas, antes de su utilización han de lavarse con esmero para eliminar posibles restos de tierra y arenilla y las hojas pocos frescas o dañadas. También es conveniente desechar los tallos demasiado fibrosos o duros. Las hojas frescas de la espinaca pueden consumirse en una original ensalada, siempre que estén lo suficientemente tiernas como para poder ser degustadas de este modo. Así se puede aprovechar toda su riqueza vitamínica.
Si se quieren cocinar, se puede aplicar un gran número de técnicas culinarias e incluirlas en gran diversidad de platos. Al vapor, conservan muy bien sus propiedades nutricionales, pero también pueden prepararse hervidas, fritas, salteadas... Son un acompañamiento ideal para platos de legumbre, arroz o incluso algunas carnes o pescados como, por ejemplo, el bacalao. También pueden acompañar a platos de pasta o formar parte de tortillas, menestras, cremas y purés de verduras. Un modo muy sabroso de cocinarlas es gratinarlas con un poco de salsa de queso o acompañarlas de unas patatas fritas o una salsa bechamel.
ALGUNAS RECETAS
Ensalada de espinacas frescas con champiñones y queso parmesano
Ingredientes: (4 personas)
Una bolsa de espinacas tiernas
Cuatro champiñones
50g queso parmesano
Una cebolla tierna
sal
pimenta negra
vinagre balsamico
aceite de oliva virgen
Pasos:
Paso 1: Lavar y escurrir las hojas de espinacas y los champiñones
Paso 2: Colocar las hojas tiernas de espinacas en una fuente. Cortar los champiñones y el cebollo tierno en finas rodajas y colocar encima
Paso 3: Cortar en láminas el queso parmesano y colocar encima de la ensalada.
Paso 4: Rociar el vinagre y el aceite encima y sazonar con sal y pimienta
Paso 5: Servir enseguida.
Pasta con espinacas
Ingredientes: (4 personas)
250 gr. de taglietelle
1 manojo de espinacas
Una pizca de nuez moscada
25 gr mantequilla
100 gr queso parmesano rallado
sal y pimienta negra
Pasos:
Paso 1: Poner un cazo grande con agua, sal, una hoja de laurel y unas gotitas de aceite de oliva y poner al fuego. Una vez hirviendo el agua, echar la pasta. Dejar unos 10 minutos (o según las instrucciones del paquete).
Paso 2: Mientras se calienta el agua, lavar las espinacas y cortar. Poner en un sarten la mantequilla. Echar las espinacas, remover y tapar. Dejar a fuego medio durante 7 minutos.
Paso 4: Escurrir la pasta y echarla al sarten con las espinacas. Dejar con el fuego alto hasta que se consuma todo el agua. Remover bien y añadir la nuez moscada y sal y pimienta al gusto.
Paso 6: Poner en una fuente. Echar el queso parmesano encima. Servir.
Croquetas de espinacas
Ingredientes: (para 4 personas)
1 cucharada sopera de Aceite de oliva
2 cucharadas soperas de Harina
1/4 litro de Leche o un poco más
1 Huevo
100 gramos de Pan rallado
Nuez moscada
450 gramos de espinacas
Sal
1 cebolla picada fina
Pasos:
PASO 1: Poner un poco de aceite en una sartén y añadir las espinacas. Dejarlas a fuego lento y aplastarlas un poco de vez en cuando.
PASO 2: Cuando estén cocidas con el aceite,retirarlas y añadir la cebolla muy picada con un poco de aceite. Dejar que se pongan transparentes y retirarlas del fuego. Puedes ponerlas sobre las espinacas ya hechas.
PASO 3: Se pone la sartén en el fuego con el aceite. Una vez un poco caliente (bastante antes de echar humo) se aparta la sartén y se va echando con una cucharada de madera la harina a la sartén, moviéndola hasta que se vea que se hace masa.
PASO 4: Se pone nuevamente la sartén en el fuego no fuerte y se añade la leche poco a poco, sin parar de mover la masa hasta que que esta esté cocida y consistente.
PASO 5: Añadir la nuez moscada, un poco de sal y las espinacas con la cebolla. Se deja cociendo en la sartén sin parar de moverla hasta que se espese.
PASO 6: Una vez espesa se vacía en una fuente y se deja enfriar. Se baten los huevos aparte. Una vez fría se le da forma de croqueta. Las croquetas se mojan en el huevo batido y se untan de pan rayado. Se van colocando en una fuente y están listas para freír cuando se quiera.
PASO 7: Se fríen las croquetas en bastante aceite caliente que las cubra. Cuando se ponen doradas se sacan
Flan de espinacas
Ingredientes: (para 4 personas)
750 g de espinacas frescas o 400 g de espinacas congeladas.
3 huevos
3 cucharadas de nata líquida
1/2 litro de bechamel
50 g de queso parmesano
1 pizca de nuez moscada
1 nuez de mantequilla
pimienta
sal
Pasos:
Paso 1: Quitar los rabos a las espinacas y lavarlas en agua fría abundante.
Paso 2: Escurrir y hervir en abundante agua salada durante 10 minutos.
Paso 3: Escurrir muy bien y cortar en finas tiritas.
Paso 4: Preparar una bechamel muy espesa y, aparte del fuego, añadirle las yemas de los huevos sin dejar de remover.
Paso 5: Añadir las espinacas, mezclar bien, salpimentar y añadir más nuez moscada.
Paso 6: En un cuenco, batir a punto de nieve las claras y mezclar con la bechamel muy lentamente para que no se bajen.
Paso 7: Precalientar el horno a temperatura media y poner agua a calentar en un cazo aparte.
Paso 8: Engrasar un molde de flan alargado con la mantequilla y verter el preparado en él.
Paso 9: Verter el agua calentada en una fuente de horno grande y colocare la flanera en ella, de modo que el agua llegue hasta las 3/4 partes de la fuente.
Paso 10: Meter en el horno y dejar cocer al "baño María" 20 minutos. La superficie del flan ha de estar firme cuando acabe la cocción.
Paso 11: Sacar del horno y dejar reposar 10 minutos.
Paso 12: Desmoldar el flan en una fuente de horno.
Paso 13: Batir la nata y verter sobre el flan.
Paso 14: Rallar el queso sobre el flan y volver a meter en el horno durante unos 15 minutos, hasta que se dore. El flan aumentará de tamaño.
Ensaladas
Ingredientes:
Un manojo de espinacas tiernas
100 gramos de bacon
4 champiñones
Láminas de queso parmesano
aceite de oliva
Vinagre balsámico
Sal y pimienta
Preparación:
Paso 1: Lavar muy bien las espinacas y apartar las hojas más tiernas. Hoy en día algunas fruterías o supermercados venden hojas tiernas de espinacas en bolsa.
Paso 2: Corta el bacon en tiritas y freírlos en un sarten a fuego lento. No hace falta añadir aceite, porque ya llevan sufiente grasa. Una vez fritos y crujientes, coloca los trozos encima de un papel de cocina para que se absorba la grasa.
Paso 3: Lava bien los champiñones. Procurar que sean champiñones del tiempo (ver calendario de frutas y verduras). Cortar las champiñones en láminas y colocar en la fuente encima de la espinacas. Colocar encima los trocitos de bacon.
Paso 4: Colocar las láminas de queso parmesano encima de las espinacas, los champiñones y los trozos de bacon. Sazonar con sal gorda y pimienta negra.
Paso 5: Echar por encima el aceite de oliva y el vinagre balsámico.
Ubicación
País: España Comunidad:
Típica de: España Provincia
Pure de espinacas y pera
Ingredientes
Espinacas frescas o congeladas
1 pera pelada y cortada en rebanadas
1 cucharada de mantequilla
Preparación
Lava muy bien las espinacas. En una cazuela calienta la mantequilla y las espinacas hasta que estén blandas.(Si se quiere se pueden hervir durante unos minutos en poquita agua).
Mientras, en otra cazuela pones a hervir la pera hasta que este blanda. Escúrrela y machácala junto con las espinacas.